lunes, 1 de octubre de 2012

Cinco años de compromiso



Nunca dudes de que un pequeño grupo de 
personas comprometidas pueden cambiar el mundo.
 En realidad, son las únicas que lo han logrado
.
Margaret Mead

Acto aniversario UPyDEn un sistema político como el español, el nacimiento y la supervivencia de un nuevo partido es un auténtico milagro, especialmente si el partido pretende mantener un discurso nacional coherente. Es decir, si renuncia a apelar al sectarismo, a llamar a la acción sólo a los que pertenecen a un determinado extracto social o a los que viven en un territorio concreto. Todo está diseñado para que un partido así no pueda siquiera decir "aquí estoy". Unión Progreso y Democracia cumplió el pasado sábado 29 de septiembre sus primeros cinco años de vida, y ya sabe todo el mundo que está aquí, y que está para quedarse.

Pero, una vez que ha logrado nacer, cinco años no son nada en la vida de un partido político. El diputado de UPyD Carlos Martínez Gorriarán ha explicado en su blog los motivos por los que este tiempo ha cundido tanto a su formación, y cuáles son los retos para el futuro. El partido magenta celebró en Vitoria su primer lustro de vida en un acto original y alegre, en el que desde luego se hizo balance, pero en el que abundó, sobre todo, la mirada larga. Fue una breve parada aprovechando el hito para mirar hacia atrás justo antes de continuar el camino.

La cita de la antropóloga estadounidense Margaret Mead que encabeza este artículo, señala el poder del compromiso para modificar la realidad. En estos tiempos de tribulación, todo el que se ve a sí mismo como un ciudadano debería tenerla en cuenta. Es lógico que los españoles se sientan desalentados: los partidos tradicionales han gobernado de espaldas a ellos. La desafección crece sin parar. Pero también es cierto que esos partidos han gobernado así con los votos de los mismos que hoy lamentan la decepción. La respuesta no es el abandono.La respuesta es el compromiso. Hace cinco años, un pequeño grupo de personas comprometidas pusieron un marcha un proyecto que ha logrado lo que parecía imposible, que ha alterado sin vuelta atrás el debate público español.

Rosa Díez en el acto del 5 aniversario de UPyDComprometerse no es sencillo: implica, para empezar, reflexionar sobre si hemos hecho lo suficiente. También obliga a replantearse todos los prejuicios. Exige del ciudadano afianzar sus principios pero sin caer en el dogmatismo. Y obliga a trabajar con otras personas, a compartir un proyecto con todo lo que eso implica: la necesidad de ceder, de entenderse, de ayudarse. No es sencillo, pero es imprescindible. En un tiempo y lugar donde el compromiso es escaso, el que se compromete se convertirá, para muchos, en una persona peligrosa. Según la célebre secuencia de Ghandi, será ignorado, se reirán de él, le atacarán. Pero, a la larga, ganará.

Un pequeño grupo puede cambiar el mundo, pero en democracia ese grupo debe crecer. UPyD ha pasado de 300.000 votos a 1.140.000. De una diputada a 163 cargos públicos en toda España (entre ellos cinco diputados nacionales). Y sus perspectivas son mejores aún. No aspira a ser un partido bisagra, sino un partido de gobierno. Ya lo es por sus propuestas y decisiones, las únicas que van a la raíz de los problemas. Pero para que algún día (y podría estar mucho más cerca de lo que parece) pueda llegar a gobernar, necesita más compromiso. Ese es el combustible de cualquier partido o movimiento cívico. Cada ciudadano debe decidir qué significa para él comprometerse. Puede ser votar, afiliarse, participar como activistacontribuir económicamente, colaborar con su trabajo, presentarse como candidato... O puede ser todo ello. Más allá de los derechos que nos otorgan las leyes, el compromiso es nuestro auténtico poder como ciudadanos, pero sólo funciona cuando se combina con el compromiso de otros. Solos no podemos nada, juntos podemos cambiarlo todo.