miércoles, 23 de octubre de 2013

El fracaso de un plan llamado "coalición"


La noción de consenso, un valor político muy apreciado por la sociedad española y que, sin embargo, ha sufrido su última derrota con la humillante trifulca y falta de entendimiento entre los dos máximos dirigentes de ASI-PSOE, que día tras día nos demuestran con esta y otras acciones que no hay, ni ha habido una mano firme que dirija el Ayuntamiento de Ugena, por el contrario, parecen ocho individuos sin un destino específico, cada uno para un sitio, sin entendimiento ni comunicación entre ellos. Se han convertido en cuentacuentos adocenados que están muy por debajo de su nivel de responsabilidad.

Con gran afectación, los vecinos que se personaron en el pleno asistieron al fracaso en el que se está convirtiendo esta legislatura. Este equipo de gobierno nos está revelando una verdad verdadera, “qué bien hacemos las cosas cuando todos remamos en la misma dirección”, no como está sucediendo ahora. Y uno se preguntaba si no estábamos más bien asistiendo a la demostración de que cuando muchos coinciden en un error, sólo consiguen equivocarse juntos. Nada más.
El consenso entre las dos fuerzas imperantes (ASI-PSOE) puede no sólo resultar ineficaz para resolver la crisis que vive Ugena, sino también provocar efectos contraproducentes, tales como seguir aumentando una deuda que ya está cercana a los tres millones de euros.

Los que gobiernan nuestro municipio acuden con presteza y ligereza a las analogías históricas y herencias recibidas, lo que les lleva a realizar sus acciones y propuestas, no con ánimo de cambiar las cosas, si no, con la única excusa de hacer una exposición de cara a la galería y finalmente no llegar a ningún sitio.
Nuestra recomendación pasa por revisar la forma de trabajar, que opera en favor del consenso político y vecinal, y de esta manera entre todos tratar de salir del pozo sin fondo al que estamos siendo llevados. El aura de infalibilidad del pacto (ASI-PSOE) lo convierte en el señuelo tras el cual nos están escamoteando las urgentes reformas y acciones que son necesarias.

Había que pactar un régimen bicéfalo y absurdo, un acuerdo básico que sigue existiendo hoy, mientras hubo un alcalde de ASI, necesitó de los votos del PSOE  para sacar sus planes adelante, y ahora que el alcalde pertenece al PSOE necesita los votos del grupo ASI. Su conjunción es un engendro político destinado, no a resolver el problema, sino a aplazarlo o empeorarlo con ambigüedades para no romper la ilusión de consenso.

Los ciudadanos desean cambios que profundicen en la democracia y la institución del Ayuntamiento (para hacerla transparente, responsable y participativa), pero la élite formada por el bipartito no comparten esa necesidad, pese a toda la retórica por parte de sus dos cabezas visibles en sentido contrario.

En el ASI-PSOE predomina la idea de que no pueden resolver nada, que el pueblo ha estado mal desde hace muchos años y con ello creen que apaciguarán el malestar ciudadano con la institución, sin necesidad de mayores cambios. Estar en el poder les permite disimular de vez en cuando, y los dos se unen para hacer una política extravagante que no conduce a ningún sitio.

El pacto va camino de cumplir tres años, el consenso real y verdadero pasó a mejor vida en cuestión de tres minutos. En cuanto uno se vio con el bastón de mando y olvidó que uno sin el otro no son nadie. A quien tenga dudas sobre el grado que alcanza el enfrentamiento político entre Martín y Jesús, le recomendamos asistir a alguno de los plenos, dado que a las comisiones informativas no pueden, que son dignas de ver, con portazos, gritos e insultos proferidos en todas direcciones. Esperemos que el pueblo les haga darse de bruces con su insensatez.


Todo esto podría ocurrir porque los vecinos de Ugena amamos el acuerdo, y porque amparados en el mito del pacto podrían ejecutar su última estafa: simular que el consenso lo encarnan ellos cuando la mayoría ya hemos comprendido que el consenso ha de ser contra ellos.