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UPyD es un partido contracorriente. No somos políticamente correctos. Tenemos ideas claras y las defendemos pese a quien pese. Por ello reclamamos lo que creemos imprescindible para mejorar la vida de los ciudadanos y en estas elecciones generales seguiremos haciéndolo así. Ese debe ser el objetivo de un partido: hacer que la vida de los ciudadanos mejore. Nada más. Ni perpetuarse en el poder ni impedir que otro gobierne.
Y UPyD ha luchado por mejorar la vida de los españoles. Presentado numerosas iniciativas en el Congreso: una Ley de Medidas contra la corrupción; medidas sobre austeridad y racionalización del gasto; exigencia para la adjudicación de contratos y subvenciones a empresas que estas acrediten reserva de empleos para discapacitados; medidas para garantizar el acceso en las elecciones a los discapacitados; derogación de la Ley Sinde; techo de gasto para las CCAA; reconocimiento como autoridad del profesorado en su función; un MIR para docentes; readmisión de los guardias civiles expulsados por solicitar derecho de asociación... Cuatro años presentando iniciativas. Algunas han sido aceptadas y contribuyen a mejorar la vida de los españoles. Muchas, justo es reconocerlo, rechazadas. Eso significa que los grandes partidos están por el inmovilismo y que volveremos a presentarlas con tenacidad.
Y desde UPyD hemos propuesto, por supuesto, la reforma de la Ley Electoral, la de la Constitución, la devolución de competencias al Estado y la intransigencia con ETA y su mundo satélite.
Y seguiremos haciéndolo. Por eso nos presentamos con un programa sencillo, sin literatura. Proponemos y volvemos a proponer lo que es necesario:
Reforma de la Ley Electoral para un sistema electoral más justo. No podemos permitirnos, como pasó en Logroño en las pasadas elecciones, que el voto de más de 14.000 personas se vea sin representación. Esto desanima al votante y lo empuja a la abstención que, recordémoslo, logró más de 34.000 adeptos en Logroño. Casi tantos 'votos' como el PP.
Reforma de la Constitución. Ha hecho un gran servicio. Nuestra democracia lo demuestra. Pero necesita cambios. Algunos son de perogrullo, como eliminar la preferencia del varón sobre la mujer en la sucesión al trono. Otros no: delimitación de las competencias de las autonomías para igualarlas y fomentar la cohesión social. Conlleva la devolución de Educación, Sanidad y Justicia al Gobierno central. También conlleva el desarrollo de un sistema fiscal único. Hablamos de suprimir por fin los conciertos vasco y navarro.
Reformar la Justicia en España para que sea independiente y eficaz. Una democracia no lo es en caso contrario. Cambios en la elección de los miembros del Consejo General del Poder Judicial, del Tribunal Constitucional y la elección del Fiscal General del Estado.
Y hablaremos de economía pidiendo aquello que pueda realmente ayudar a mejorar nuestra situación sin perjuicio para los ciudadanos. UPyD busca un ahorro de 42.000 millones. Mucho más ambicioso que el del Gobierno actual. Para lograrlo se deben realizar, entre otras, estas medidas:
- Deslindar las competencias locales, autonómicas y estatales evitando duplicidades.
- Métodos presupuestarios inspirados en la filosofía del presupuesto base cero.
- Cierre de aeropuertos o líneas de AVE que no estén justificados por criterios económicos o sociales adaptándose para otros usos.
- Cierre del 80% de las empresas públicas, fundaciones, observatorios... Su existencia, opaca, derrocha dinero público y compite con la iniciativa privada.
Reforma laboral seria para luchar contra el paro mediante un contrato único indefinido con indemnización por despido creciente en el tiempo. Facilita la contratación de trabajadores y protege eficazmente a todos. Los contratos temporales serán excepcionales, sólo sustituciones. Y se ha de facilitar y promover el trabajo a tiempo parcial, así como flexibilizar el momento de la jubilación, que deberá ser voluntario a partir de cierta edad.
El paro no se ataja sólo con medidas en el mercado laboral. Deben desaparecer las trabas burocráticas para fundar empresas, darse apoyo fiscal a los emprendedores y erradicar la morosidad de las instituciones que ha arruinado a tantas pymes y autónomos.
Por todo esto, por nuestra tenacidad, por nuestra independencia y por la imperiosa necesidad de reformar tantas cosas en España les debería pedir el voto para UPyD. Pero no lo haré. Quiero que nos lo presten. Cuatro años. Después juzguen si, como hasta ahora, hemos trabajado por mejorar la vida de todos los españoles.