![]() Aunque siempre haya que mantener la debidas reservas, las probabilidades de que el PP gane las elecciones del 20N son altísimas. Todo el mundo - ciudadanos, medios, agentes económicos y sociales y hasta el candidato socialista - da por hecho que Rajoy será el próximo presidente, y él mismo ya se permite un discurso de aire presidencial. Por supuesto, también los mercados financieros internacionales descuentan que el PP gobernará España, lo cual debería llevar a los dirigentes populares y a sus acólitos a la sorpresa y a la preocupación, ya que, a pesar de la contundencia de todas las encuestas, la prima de riesgo de España ha alcanzado máximos históricos y roza la zona de rescate. Como ha señalado la candidata a la Presidencia del Gobierno por Unión Progreso y Democracia, Rosa Díez, “los mercados no tienen confianza en el programa de Rajoy”. En realidad esto no debería sorprender a nadie. El PP no ha tenido que hacer campaña, sino simplemente dejar que el PSOE se desmoronara víctima de su propia incompetencia. Por tanto, apenas sabemos qué medidas tomarán cuando lleguen al poder, y las que conocemos resultan tan limitadas que es natural que despierten más alarma que ilusión. Rajoy ha instrumentalizado a los parados al afirmarmachaconamente que toda medida económica pasa por crear empleo, pero sin plantear una reforma verdadera de nuestro mercado de trabajo, al contrario de lo que ha hecho Unión Progreso y Democracia. Por lo demás, el PP no tiene en absoluto la intención de reformar el Estado en la medida en que es necesario. De hecho, en ninguna medida. Lo cual es coherente, ya que son co-responsables del caos en nuestras administraciones. A muchos dirigentes del PP les gusta decir que coinciden con UPyD en su concepto del Estado y en nada más. Dejando a un lado la segunda parte, puede afirmarse que la primera es radicalmente falsa, y he aquí algunos datos: - El PP ha promovido o apoyado Estatutos de Autonomía como el andaluz o el valenciano, pergeñados desde una óptica filonacionalista. Estatutos que blindan ríos y competencias, se olvidan de la solidaridad y que contienen despropósitos como la “cláusula Camps”, por la cual la Comunidad Valenciana reclamará cualquier competencia que se transfiera a cualquier otra CCAA. La elevación a rango de ley del “qué hay de lo mío”. - El PP ha gobernado durante décadas en algunas CCAA donde han proliferado los organismos inútiles (observatorios, embajadas y demás), las duplicidades con otras administraciones y las infraestructuras suntuarias e innecesarias (aeropuertos sin aviones, carreteras sin tráfico, etc.) - El PP ha nombrado a los directivos de muchas de las Cajas de Ahorros que ahora, víctimas de su politización, están en quiebra y tienen que ser rescatadas con el dinero de todos los ciudadanos, poniendo además en riesgo el conjunto del sistema financiero español. - El PP se niega a eliminar las diputaciones y a fusionar ayuntamientos con argumentos identitarios, aunque el principal motivo probablemente sea su poder municipal y autonómico |